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Siembra y Repoteo

MACETA O RECIPIENTES DE SIEMBRA

Es otro factor a considerar al momento de realizar la siembra, de igual forma que el sustrato y en mayor medida, se debe tener en cuenta el tipo de orquídea a sembrar y su correspondiente forma de floración. El tipo de maceta ya sea plástica, de arcilla o cestas de madera o metal, presentan sus ventajas y desventajas elementales.






PLÁSTICAS
Son las más económicas, ligeras, vienen en gran cantidad de modelos, colores y formas. Son reutilizables y resistentes, sin embargo, no siempre se encuentran disponibles las macetas adecuadas para proveer una correcta ventilación, por lo que deben ser modificadas.

ARCILLA
Son pesadas, almacenan buena humedad, mantienen fresco el medio de cultivo y ofrecen buena ventilación para el secado por la porosidad de la arcilla, no obstante, son frágiles, muy poco reutilizables, mucho más costosas que las macetas plásticas y la disponibilidad en número al momento de compra no es suficiente.

CESTAS
De madera, metal o plástico, son una buena opción cuando la ventilación que se debe proporcionar es el factor principal. Pueden ser utilizadas solas, tan solo colocando las plantas en ellas (orquídeas semiepífitas) o pueden ser llenadas de sustrato de granulometría media o grande. Son relativamente costosas, comercialmente no se encuentran en todos los abastecimientos o viveros.


CINCO REGLAS DE ORO
  1. La maceta ideal será aquella que se adapte al tipo de floración de la orquídea. En este sentido, debemos tener presente si la floración de la planta es colgante o erecta. Este es un punto de interés puesto que algunas orquídeas como las Stanhopeas su floración tiende a emerger en los laterales o parte inferior de la maceta.
  2. El hábito de crecimiento de la orquídea. Para orquídeas terrestres la maceta debe ser de mayor profundidad dado al extenso crecimiento radicular que prolifera en este tipo de plantas. No obstante, para orquídeas epífitas esto no debe ser así, se pueden utilizar macetas de menor profundidad ya que lo que se requiere es un buen medio de fijación.
  3. La maceta debe proporcional el suficiente drenaje y ventilación que requiera el cultivo. Es preferible tener un buen drenaje y circulación de aire (y su consecuente disminución de humedad), que tener una maceta cerrada que corra el riesgo de proliferar en su interior hongos o cualquier agente patógeno que pueda dañar las raíces de nuestras orquídeas. Es preferible regar dos veces una planta que esté sembrada en una maceta con buen drenaje, que combatir un hongo o ataque de insectos, corriendo el riesgo de perder la planta. En este aspecto, tenemos disponibles materos de arcilla o plástico con suficientes perforaciones. Hay recipientes plásticos que en su parte inferior presentan hendiduras laterales formando una especie de malla, así también, hay algunas presentaciones de materos en arcilla.
  4. La maceta a utilizar debe facilitar el repoteo o replante, al utilizar recipientes de arcilla muchas veces las raíces se adhieren firmemente por lo que la única solución que se tiene es romper finalmente el matero para poder hacer el trabajo.
  5. La opacidad y traslucidad del recipiente es una característica que puede ser tomado en cuenta para algunos géneros como las Phalaenopsis y afines. Esto se debe a que el crecimiento de las raíces se ha visto mejorado en recipientes traslucidos que en recipientes de cultivo opacos.

SIEMBRA Y REPOTEO

SIEMBRA

Puede hacerse de varios modos, en maceta (recipientes, cestas, etc.) o en trozos de madera, rocas o en árboles de poco follaje.

Si la siembra se realiza sobre trozos de madera (mayormente para plantas epífitas), su fijación se puede realizar simplemente con cordeles resistentes, alambre, grapas u horquillas de alambre. Se debe tener previsto el crecimiento de la planta y el peso adicional que puede representar en unos años de manera de seleccionar un trozo de madera resistente y adecuarlo a una geometría que sustente el peso (si va a estar sobre mesa) o proveerlo de un anclaje que permita suspenderlo. Ahora bien, si se pretende adoptar un medio de hábitat litófilo, se recomienda que la planta sea fijada con cordeles textiles inorgánicos para garantizar durabilidad mientras la planta enraiza naturalmente.

Cuando la siembra se realiza en macetas o contenedores se puede proseguir con los siguientes pasos:

  1. Seleccionar el medio de cultivo o sustrato a utilizar, realizar la mezcla de sustratos convenientes en cantidad suficiente. Tomar en cuenta las características de las plantas y hábitos de crecimiento.
  2. Escoja la maceta del tamaño adecuado, no debe ser demasiado grande ni demasiado pequeño. El tamaño a considerar debe ser aquel en el que la planta de unos cuatro o cinco bulbos no sobrepase el centro del matero cuando se coloca ésta en un borde apuntando hacia el centro. Esto garantiza que la planta estará cómodamente un par de años sin necesidad de replante.
  3. Limpie y desinfecte la planta e instrumentos de trabajo antes de realizar los cortes. La desinfección de la herramienta es indispensable para prevenir la contaminación cruzada de enfermedades o pestes de una planta a otra. Una vez hecho el corte, utilice cicatrizante vegetal o pulverice trozos de carbón y colóquelos en el corte.
  4. Rellene el recipiente con aproximadamente 2/3 de la capacidad del recipiente, asegúrese de darle el peso suficiente para la estabilidad de la planta una vez sembrada. Si es necesario, coloque rocas pesadas en el fondo del recipiente (piedras de río o gravilla)
  5. Coloque la planta como se mencionó anteriormente colocando el extremo de corte en contacto con el borde y apuntando al centro del recipiente.
  6. Fije la planta firmemente con ganchos de alambre y si es posible colóquele un tutor que inmovilice los bulbos más grandes o pesados.
Nota: En cuanto al alambre a utilizar se sugiere aquellos de calibre 14 o 16, asegúrese de la calidad de los mismos, deben presentar al menos alguna concentración de cromo o níquel en su composición de manera de hacerlos resistentes a la corrosión y prevenir la formación de sales ternarias en el interior del recipiente por éste fenómeno, que a final de cuentas puede afectar la vitalidad de la planta.

REPOTEO O REPLANTE

Cuando las plantas han alcanzado el tamaño suficiente y ya los nuevos brotes rebosen la maceta es conveniente hacer un replante. Para realizarlo en principio se debe elegir si se quiere proseguir con la misma planta (sin hacer cortes) o si bien necesita ser dividida en cortes para obtener varias plantas.

Para hacer divisiones de la planta se bebe tener en cuenta que el nuevo corte debe poseer al menos 4 bulbos saludables pertenecientes al mismo rizoma, de manera que no represente un atraso en el crecimiento y la planta pueda continuar con su desarrollo vegetativo sin problemas.

El momento de realizar un replante es cuando comienzan a crecer los nuevos brotes e incluso cuando apenas aparezca un crecimiento incipiente de raíces, este es el momento ideal puesto que garantiza el afianzamiento en el nuevo medio de cultivo.

Una vez decidido cuales bulbos van a representar la nueva planta, se procede a sacar toda la planta del recipiente, aligerar el sustrato, retirarlo, cortar a 2 dedos del rizoma de la planta todas las raíces marrones y marchitas y proceder a realizar el procedimiento de siemrba mencionado anteriormente.

Si se quiere proseguir con la misma planta, simplemente debemos retirar o conservar el mismo recipiente o cesta e introducirlo en uno de mayor dimensión, rellenándolo con sustrato nuevo. Es preferible intentar retirar el recipiente anterior para facilitar la aireación de las raíces viejas, con lo que a su vez se puede aligerar un poco el medio de cultivo y agregar nuevo durante la siembra. Como este proceso no implica corte del rizoma ni separación de plantas no representa riesgo alguno, no obstante la manipulación debe hacerse con cuidado de manera de no causar impacto o retraso en el crecimiento de las raíces y brotes jóvenes.

En ambos casos, las plantas deber ser sujetadas firmemente con alambres y tutoradas si lo ameritan.

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